¿Acaso no es lógico para nuestros gobernantes, que si la minería y la agricultura en el Perú se llevan como "perro y gato" por obvias razones, deberían invertir con determinación el dinero recaudado por la actividad minera para atender y desarrollar la pequeña agricultura del país?, donde ya nos cansamos de repetir que está casi un 80% de la población que vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema. En ese sentido, si no se atiende decididamente al sector agropecuario con el dinero del cánon minero, entonces cada día va a ser más difícil que estas dos importantes actividades del país vivan en armonía, porque la contradicción se hace cada vez más grande entre ellas.
Además, se debería trabajar también demostrar que esas mejoras son el resultado de la "acción del Estado" y del "dinero de la actividad minera", para que podamos creernos de una vez por todas que la actividad minera hace bien a la actividad agropecuaria, y no al revés -como sucede hoy en día en el Perú-.
Y si el Estado sigue rascándose la panza en este tema, entonces deberían ser las empresas mineras las que hagan el trabajo, porque sólo con "poder" o con "dinero" se puede cambiar el rumbo de las cosas; y es bien sabido que en el Perú "el dinero compra el poder" y que "las mineras tienen mucho dinero" para hacer o comprar lo que quieran. En este caso, sería bueno que les provoque ayudar más, aún cuando el Estado sea el verdero responsable de llevar al bienestar a los que más lo necesitan, y sea el único culpable de hacerlo tan mal.
Por otra parte, el pueblo también debe reconocer su parte en este problema, porque somos nosotros mismos -los peruanos- los que votamos cada 5 años por nuestros gobernantes, donde por única vez se nos da la oportunidad de ejercer "poder" a través de nuestro voto, y lo venimos haciendo "mal"; porque le creemos a quienes no deberíamos de creer -desde el primer gobierno de Alan Damián hasta el actual gobierno de Ollanta Humala- ¡... y eso NO ES CULPA NI DE LOS RICOS NI DE LAS MINERAS!... así que vale la pena recordar que quienes han gobernado estos últimos 25 años el país, han sido los candidatos que eligieron los sectores menos favorecidos -excepto quizás por el segundo gobierno de Fujimori, donde ricos y pobres votaron por la misma persona, luego del desastre realizado por "Caballo Loco"-. Y ni qué decir de los gobernadores regionales, que tienen millones en las cuentas congeladas, y lo poco que utilizan es para para hacer obras como las piscinas de Echarate (en Cusco), mientras la gente se muere de hambre y frío, y mientras protestan por falta de agua para consumo humano o para la actividad agropecuaria.
La verdad es que después de más de 100 días del gobierno de Ollanta Humala, no se ven grandes cambios y las cosas siguen como siempre: mineras ricas con ganas de invertir y seguir haciéndose millonarias, y agricultores pobres defendiendo lo único que reciben del ¿cánon minero?: el agua de las lagunas naturales. Y esta situación es principalmente causa del Estado peruano, que no ha podido manejar peor la relación Minería - Agricultura en nuestro país.
Esperemos que de una vez por todas este gobierno se decida a invertir en educación, infraestructura y en el desarrollo de la pequeña agricultura del Perú, para poder reducir la desigualdad social que vive nuestro país -y que vive gran parte del mundo también-.
Saludos