Igual que en casi todos los rubros, hay empresarios con ambiciones desproporcionadas que utilizan cualquier mecanismo (legales y algunos al filo de lo legal, y otros abiertamente ilegales ) para crecer y crecer ,sólamente para satisfacer egos personales, y ésto no se traduce ni en economías de escala que beneficien al resto del país, no mejoras en la empleabilidad o en la calidad de vida de sus empleados, ni en nada que se le parezca. Estos empresarios perjudican y desincentivan el crecimiento parejo de una economía. Un buén empresario crece pensando en él hasta alcanzar un buén nivel de vida. De ahí en adelante todo lo que hace debiera ser pensando primero en sus empleados, después en el país y finalmente en el resto de la humanidad, y obviamente haciendo bién su trabajo de forma que todo su proyecto sea sustentable desde todas las perspectivas (económicas, humanas, ambientales, etc). Y en éste caso en particular, pensar en la Reforma Agraria es irse al otro extremo. No podrán haber términos medios ? Yo creo que sí. Estoy seguro de que se puede alcanzar un buen punto de equilibrio.