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LOGRAREMOS CONSENSUAR UNA POLITICA DE ESTADO EN LA AGRICULTURA?

WALTER GALLOSO MARIÑOS – ASESOR LEGAL – TF. 985105276

Quienes de una u otra manera, estamos día a día vinculados al campo, vemos con preocupación, que no exista una perspectiva de Estado, orientado a resolver las graves contradicciones que se generan en la agricultura, más aún si tenemos como base que justamente es esta actividad económica la que ha estado ligada a la economía peruana desde nuestra prehistoria, la cual alcanzó su auge en el Imperio Incaico, priorizó la construcción de caminos, canales de regadío entre otros, economía que fue destruida por los Españoles, quienes priorizaron el saqueo de los tesoros Incas, se repartieron las tierras y los hombres, sin una articulación económica en el agro, y recién en el Virreinato, España se orienta a generar una organización económica y política, empezando a cultivar el suelo y a explotar las minas de oro y plata, generando una economía feudal, para lo cual en las grandes haciendas de la costa se generó el empleo de los esclavos negros; salvo la gestación de una economía en los latifundios que administraban; basado en ello; lo que la historia nos describe es que se priorizó la explotación de los metales en desmedro de fomentar la articulación y desarrollo de una agricultura prospera que genere riqueza en el campo, anidando desde esa época lo que José Carlos Mariátegui llamó “EL Problema Agrario”; pues si releemos su obra pareciera que estuviera describiendo lo que estamos experimentando el día de hoy en el Perú, en el cual nuestra economía basa su existencia en la explotación de las mimas y los hidrocarburos y la agricultura no tiene un peso específico en ella, máxime que es la que engloba a la mayor población en estado de pobreza; lo cual nos explica el porqué justamente son estos sectores los que están generando las mayoría de los conflictos que actualmente azotan el Perú ( sino como explicarnos el levantamiento Aymara en Puno y otros movimientos en gestación).Basado en ello creemos que el Estado debe devolver su mirada hacia el campo y plantear una política de estado que busque resolver y desentrañar estas contradicciones, lo cual nos conlleve que se entienda claramente a distinguir y darle atención a los sectores claramente identificados en la agricultura de hoy, pues no podemos negar la existencia de una agricultura de carácter empresarial orientada básicamente a la agro exportación; otra orientada al mercado interno y una dedicada al autoconsumo; siendo así que sector agrícola deberá tener la atención del Estado?.Darle respuesta a esta pregunta determinará la orientación de las políticas estatales, las cuales deben salir de ser meramente asistencialistas, y orientarse a un apoyo real y efectivo a la pequeña y mediana agricultura ( no es posible por ejemplo que en las zonas alto andinas todos los años estemos haciendo colectas para resolver el problema de las heladas, cuando el estado podría promover la creación de galpones que pudiesen guarecer a sus animales y protegerlos de las heladas, incentivar la creación de invernaderos para producción de forraje haciendo uso de los sistemas hidropónicos, etc.); más aún vemos que en nuestro país se potencia el boom de la gastronomía, que podría garantizar un mercado interno con un buen retorno hacia la economía campesina orientada hacia la producción orgánica de alimentos entre otros, lo cual permitiría la formalización de las relaciones económicas en el campo, y la presencia del Estado con seguridad social, derecho a una pensión, energía eléctrica, agua y desagüe, buena educación y salud y generar que nuestros agricultores se capitalicen, ¿Por qué nos resistimos a trasladar la riqueza al campesino? O es que siempre queremos tener un Estado paternalista, asistencialista y clientelista para tener votantes cada cinco años en estos sectores?; de nosotros dependerá que veamos el futuro con optimismo y contribuyamos desde el lugar que nos toca ocupar en empujar el carro y no bajarle las llantas .