Lecciones de vida
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- 14/07/12 a las 01:52 PM (1480 Visitas)
Fuente: GSAGUA
Comparto la historia que nos contara Alvaro Mendoza un experto en Marketing por internet y a quien sigo desde hace mas de 4 años a través de su página MERCADEO GLOBAL.
Imagínese a dos músicos: uno de ellos toca con un violín que vale más de 3 millones de dólares, y cuando actúa en un teatro lo llena a $ 100 por entrada.
El otro, apenas si toca un instrumento muy elemental en las estaciones del tren, y gana las pocas monedas que le dan los que pasan por allí.
“Joshua Bell, que es un virtuoso violinista, quiso en una oportunidad hacer un experimento.
Él tomó su Stradivarius, valuado en más de 3 millones de dólares, fue a la estación de trenes de Washington, y tocó allí durante casi por una hora por una monedas que le tiraban como propina.
Es muy importante saber que Joshua Bell es realmente una estrella en el mundo de la música clásica. Justamente la semana anterior a ese experimento, había vendido todas las entradas del Symphony Hall in Boston, en donde las ubicaciones comunes costaban $ 100, y las especiales mucho más caras.
O sea, que se trataba del mismo músico, pero en ambientes muy diferentes.
Durante el tiempo en el que estuvo ejecutando su instrumento en la estación de trenes, pasaron más de 1.000 personas que lo escucharon. Solo 30 de esas personas le dejaron una propina en la caja abierta de su violín, de las cuales solo 6 se detuvieron para escucharlo: en total, él recaudó $ 34 en propinas.
¡Esa no era una buena apreciación del gran maestro!
Por supuesto, hubo varias cosas puestas en juego allí.
Primero, muchas de esas personas iban apuradas a sus trabajos.
Segundo, así como el cotizado violinista sabía muy bien cómo llenar un auditorio importante, es probable que no supiera cómo destacarse siendo un violinista callejero… ¡y esa es una gran diferencia!
Además, había otro factor no menos importante, y es lo que en marketing llaman “posicionamiento”.
Cuando Joshua Bell actúa en un teatro con todas las localidades vendidas, él está posicionado como la gran estrella que realmente es; actúa como una estrella, se viste como una estrella y la gente sabe que él es una estrella. Por eso su público sabe qué esperar de él: una excelente música, un magnífico sonido y un repertorio espectacular. Y todo eso es porque su público espera mucho de una estrella de su porte.
Y esta es la diferencia: cuando él toca en un concierto, se posiciona como concertista.
Cuando él toca en la estación de trenes, no tiene esa misma posición de estrella.
Y esa es también la diferencia entre los $ 100 por entrada, y los $ 34 en propinas.
Es indiscutible que se necesita mucho talento para llegar al posicionamiento de los $ 100 por entrada. ¡No cualquiera lo logra!
Pero tampoco alcanza solo el talento. Hay miles de personas talentosas dando vueltas por ahí, totalmente desperdiciadas.”
De ahí la necesidad de tener un posicionamiento en la vida profesional, que no solo lo sepan la gente que lo rodea que es usted un buen profesional con experiencia, con muchas virtudes, sino la sociedad en su conjunto, en el mundo globalizado que hoy vivimos utilizar las herramienta que ahora nos da la ciencia y la tecnología para trabajar en ese posicionamiento no podemos quedarnos sentados a esperar a que se nos reconozca como tales, sino en tomar las riendas de su destino en un cambio de mentalidad para trabajar la imagen de experto y lograr el posicionamiento que requerimos para nuestro desarrollo personal y profesional.