El Código Nasca
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- 16/03/11 a las 03:23 PM (4219 Visitas)
Publicado en www.gsagua.com
Hace un tiempo establecí contacto con Luis Cabrejo un profesional en conectividad cuyo trabajo era instalar a nivel regional líneas de internet en nuestro país, a propósito de algunas entradas que habíamos realizado respecto de la Hidráulica pre Inca e Inca revalorando los grandes hidráulicos que fuimos.
Ahora con la autorización de Luis, publico El Código Nasca, donde el autor desarrolla una interesante teoría sobre la conectividad que pueden tener estas líneas y jeroglíficos con el desarrollo de un mega sistema hidráulico, totalmente diferente a los métodos tradicionales de captaciones de aguas.
Desde su punto de vista estas líneas cobran una utilidad práctica cuando lo asocia al mega sistema hidráulico que él desarrolla en su libro, pero comprendiendo la cosmovisión que tuvieron nuestros antepasados de los elementos que le daban la vida: el sol, el agua, el suelo, las estrellas….
Postula que los jeroglíficos encontrados: colibrí, mono, ballena, araña, el pelícano… son figuras que podrían haber señalado los flujos de agua y que permitía ver desde lugares lejanos por el cambio de coloración con el agua, como estaba funcionando el sistema.
Luis Cabrejo: Informático y actualmente empresario, inicia sus estudios sobre Conectividad y las Líneas de Nasca, en 2003, cuando laboraba como Especialista en Conectividad, en el Consejo Nacional de Descentralización (CND:2003-2006). Cabrejo, tenía a su cargo la Inter-Conectividad Regional y Municipal, vía redes informáticas, efectuando los estudios técnicos para elaboración de los Planes Regionales y Provinciales de desarrollo de sistemas para el área de Gestión Pública Descentralizada.
Página Web: www.cabrejo.com
Este mi primer libro, trata sobre las investigaciones efectuadas, desde la primera teoría que esbocé, el cual fue inspirado por el enigma astrológico – astronómico, iniciado por la Dra. Maria Reiche y Paul Kosok. Luego de varios meses de investigación, no estando totalmente satisfecho con la hipótesis planteada, bosquejé una segunda teoría dándole una temática de actualidad más cercana a una necesidad natural, es donde propongo mi teoría de las Placas Tectónicas, cuyo uso es totalmente factible, pero no encontré que coincidía con la realidad antropológica de esa época, ni de la actualidad.
Después de algunos años, por ironía de la vida, haciendo caso a varios colegas y amigos antropólogos, investigué una posible solución que se ajustara a la realidad mundial, coherente, más inmediata, y encontré una hipótesis la cual fue planteada primitivamente por un grupo arqueólogos, que estudiaron las líneas antes que la Dra. Reiche y Kosok, sobre el uso de este complejo (Mejía Xesspe 1942, Kroeber Collier 1998, Horkheimer 1947) en la cual acertadamente, (sin comprobarlo a profundidad) dedujeron que el complejo tenia fines hidráulicos.
La coherencia de una teoría debe darse en todos los aspectos imaginables para poder comprobar su validez. En términos generales, la realidad del pueblo investigado, es la misma que el pueblo actual, no ha variado. La problemática continua a niveles inclusive mayores que los de esa época. Actualmente se considera el agua como un recurso hídrico de necesidad primaria a nivel internacional y en el futuro pueda haber conflictos bélicos por este importantísimo recurso natural.
Comparo esta hazaña solamente, con las maravillas de los “Jardines Colgantes de Babilonia” o con los “Acueductos de Roma”. Es definitivamente un logro estilo “Maravilla del Mundo” arqueológico de ingeniería hidráulica, base de muchos logros del Imperio Incaico. Recordemos que los Nasca, fueron una cultura Pre-Inca, que posiblemente hayan dejado esta tecnología como base de ingeniería agrícola para nuestro imperio basado en “Andenes”. (Los Andes, o lugar con Andenes).
Este problema no es un asunto nuevo como probaremos en este libro que he denominado “El Código Nasca”, porque comprendo que puede ser la clave del manejo de este recurso natural hídrico a niveles muy delicados y con la precisión necesaria requerida actualmente debido a los cambios climáticos que nos aquejan.
Esta historia se basa en un pueblo muy antiguo, de grandes ingenieros hidráulicos, que resolvieron problemas en la zona más seca y desértica de la costa peruana, los cuales no se dejaron vencer sino hasta cuando se acabó definitivamente el flujo del líquido elemento.
Esta historia, remonta más de 2,500 años, cuando por motivos que no estarán a discusión, un pueblo que gozaba del líquido vital, fue despojado paulatinamente hasta no quedarle otra opción que migrar a las zonas donde todavía existe agua actualmente.
Lo grandioso de mi investigación, es que noto en las líneas siglos de trabajo, con más aciertos que fallas. Las fallas fueron por factores del terreno. Los aciertos fueron por la sabiduría de los ingenieros que sin herramientas topográficas, ni maquinarias pesadas, canalizaron como mejor pudieron el líquido elemento, base de la organización agrícola de esta cultura.
Lo grandioso de mi investigación, es que noto en las líneas siglos de trabajo, con más aciertos que fallas. Las fallas fueron por factores del terreno. Los aciertos fueron por la sabiduría de los ingenieros que sin herramientas topográficas, ni maquinarias pesadas, canalizaron como mejor pudieron el líquido elemento, base de la organización agrícola de esta cultura.
Los errores en la pampa existen, fue una cuestión de prueba y error, la ardua labor de los ingenieros para calcular los ángulos de inclinación por donde fluiría el líquido, es asombroso. Estamos hablando de varios metros de elevación hasta menos de un metro de inclinación por varios kilómetros de longitud, hechos manualmente, donde solo con instrumentos satelitales que ahora puedo comprobar la base de mi investigación. (Gracias a Google Earth) Yo rotundamente creo, que los Andenes, y casi toda la ingeniería hidráulica desplegada en Nasca, fue la herramienta primordial para las comprender las maravillas del incanato.
Nasca mantuvo esta red conectada hidráulicamente por cientos de años, hasta el punto de quiebre, donde el agua ya no podía ser transportada a grandes distancias físicamente (masa por gravedad), con todas las obras y trazos efectuados, el líquido, inevitablemente paro de fluir entre las cuencas.
No es una derrota, al contrario, nuestros ingenieros nos dejaron y demostraron capacidad indescriptible, es una proeza de ingeniería, recién decodificada e interpretada. Así puedo demostrar y aprender, con este libro, matemáticamente los avances de nuestros paisanos. Lo digo de esta manera porque no hay otra forma de describirlo. Yo no soy arqueólogo, soy solo un humilde informático ciudadano peruano, descendiente de estos pueblos, que venera a nuestros mejores ingenieros. Como siempre opinare, “No hay que quejarnos, descendemos de los mejores, tenemos ahora que superarlos”…
Debería existir un consejo interdisciplinario, que se dedique a estudiar estos temas. Las instituciones privadas o de gobierno por separado no tienen el personal idóneo para poder decodificar los tantos enigmas por resolver, como escritura incaica, quipus, ceques, conectividad, matemática imperial, entre otros. Me he valido de muchos factores para resolver Nasca, y me ha ayudado la información de trabajos de muchos arqueólogos para enrumbar por el camino correcto de la geometría y las redes hidroconectadas. No debo asumir que los Arqueólogos posean conocimiento de redes y conectividad incaica para resolver estos problemas, ya que no es su especialización, pero toca estudiar en conjunto los restos arqueológicos para descifrar en “grupo de intelectuales” para que el “brainstorming imaginativo” tenga más chance de resolver cualquier problema enigmático, tal como este de Nasca.
En conclusión, es mi aporte, es posible que haya decodificado a nuestros ingenieros de Nasca y sus redes, me siento un poco tarde y lento, pero tengo el “Placer de haber tenido el honor de haber comprendido a mis colegas, razón por la cual, me siento honrado de ser un colega el que transmite a todo el Perú y el Mundo, los avances de nuestra Ingeniería andina”
“La imaginación es más importante que el conocimiento.” Albert Einstein.