FINANZAS PARA TODOS

Piensa en grande, no te rindas, invierte en ti y nunca dejes de ayudar
Alguna vez te has preguntado que si hoy fuera el último día de tu vida; ¿Harías lo que tienes originalmente planeado? Es sorprendente descubrir que la mayoría de las personas estarían dispuestas a cambiar drásticamente sus planes.
¿Por qué no hacemos lo que más nos apasiona? ¿Qué es lo que nos desanima o lo que nos detiene? La respuesta es sencilla; existe el miedo a emprender nuevos caminos, de conocer y aplicar ideas, de cambiar y progresar como seres humanos. La mayoría tiene grandes ideas en la cabeza pero tan solo una minoría las hace realidad.
Un gran segmento de la población se pone pretextos tales como; ya no estoy en edad, tengo responsabilidades familiares, no tengo recursos suficientes, y la lista puede cambiar, pero desafortunadamente nos olvidamos que ¨ todos nosotros, los seres humanos, somos emprendedores. Cuando estábamos en las cuevas, todos emprendíamos a buscar nuestra propia comida. Cuando comenzó la civilización esta misma nos suprimió, nos convertimos en ¨empleados¨ porque esta nos puso el sello de ¨Usted es trabajador¨, nos olvidamos que realmente somos emprendedores ¨.
Todo negocio, ya sea un éxitos o resulte un fracaso, en algún momento debe comenzar por salir de la zona de confort. Es el momento cuando tus propósitos y pasión por lo que quieres son más grandes que la barrera del miedo. Este es el primer paso que se requiere para llevar a cabo cualquier idea que se quiera emprender.
Normalmente existen tres etapas en el desarrollo de un negocio exitoso, cada una de estas etapas conlleva cualidades que el fundador, o en su caso la persona involucrada en el negocio requieren, cada una de las etapas tiene objetivos que se deben superar.
Primer paso: Creación
En esta etapa el individuo se vuelve emprendedor, sale de la zona de confort parta dar a conocer su idea al mercado. Para que esta etapa sea un éxito, el emprendedor requiere de:
- Vivir al máximo la pasión y propósito que está realizando. Él/ Ella es el corazón del negocio, tiene que latir lo más fuerte posible y contagiar ese entusiasmo del negocio a todos los que lo rodean. Tiene que transmitir energía positiva e inspirar, así como demostrar que sus ideas son ciertas y adaptable a la realidad.
- La idea presentada debe tener el detalle del diferenciador. No necesariamente implica crear algo novedoso, sino que puede ser la mejora de un producto y/o servicio ya existente. La mayoría de las veces el detalle diferenciador es él apoya y empuja al negocio a sobrevivir a largo plazo. Es importante aclarar que es muy diferente tener una pasión y un propósito acerca de una idea y por otro lado dejarte llevar por un ¨HOT TREND¨ de corto plazo.
Nadie dejarse influenciar por lo que está de moda, ya que de un día para otro esta idea pudiera desaparecer. La mayoría de las veces estos negocios fracasan debido a que el emprendedor realmente no sentía su negocio, más bien el mercado lo iba manipulando.
- La idea no puede ni debe tan solo ser una idea. Es imposible que un negocio sea exitoso por el hecho de que tienes una idea grande y valiosa. Uno debe saber transmitir esa pasión y propósito a un plan de acción legible y practico, el plan tiene que complementarse con un o de ejecución y que el mercado lo acepte para que esta idea se convierta en un negocio.
Segundo paso: Crecimiento
- En esta etapa el individuo se convierte en ejecutor, el emprendedor se vuelve empresario y ya no solo puede utilizar su creatividad e idealismo, aquí tiene que utilizar el razonamiento, es el momento de estructurar e institucionalizar a la empresa, de incluirle procesos para que el negocio sea autosuficiente.
En esta etapa la persona que creo la empresa no necesariamente es la misma que ejecuta el crecimiento, debido a que necesita otro tipo de conocimiento y experiencias.
La persona encargada del crecimiento busca crear un impacto alto en el negocio, en otras palabras, generar utilidades y hacer y hacer que la empresa subsista. Una de las claves es crear estrategias exitosas orientadas al cliente. Se tiene que desarrollar productos y servicios correctos con los precios correctos y estos mismos deben ser rentables para el negocio. Recuerda que la calidad de las utilidades, es más importantes que la cantidad que las mismas. Este último punto te obliga a visualizarte a largo plazo, es por eso que un buen ejecutor normalmente se enfoca en el futuro del negocio pero nunca olvida la esencia de la idea y valores establecidos en el inicio de la creación del negocio.
Tercer paso: Extender el Negocio
En esta etapa tanto el fundador como el ejecutor pueden ser los protagonistas, es momento de utilizar la creatividad y al mismo tiempo el razonamiento, es desarrollar, expandir, ampliar y hasta realizar una posible transformación del negocio para llegar a la siguiente fase.
La clave es evaluar los éxitos y puntos de oportunidad del pasado de la empresa, además de preguntarte repetidamente ¿Qué es lo que el cliente realmente quiere?, teniendo esa respuesta, pregúntate ¿que debes modificar? ¿Adaptar? ¿Eliminar? ¿Ampliar?
En esta etapa el negocio recibe una inyección de vida nueva y crecimiento. Es la etapa de adaptación para la sobrevivencia, sino cambias y te adaptas, dejaras de generar utilidades.
Como se puede observar cada una de las etapas tienes sus propios elementos, pregúntate a ti mismo ¿en qué etapa te encuentras? ¿A dónde quieres llegar? ¿Por qué no has llegado a tu objetivo? ¿Qué te detiene?
Es muy recomendable que el emprendedor, socio, ejecutor y extensor busque un verdadero mentor y no entrenador puede ser un maestro o consultor empresario, amigo, alguien de confianza que los complete, la mayor diferencia entre mentor y entrenador es el entrenador solo te enseña lo que requieres en el momento, a corto plazo, en cambio en mentor siempre busca tu mejoría a largo plazo y nunca te dejara solo.
Si quieres crear un negocio, no tengas miedo a emprender, no tengas miedo a delegar funciones para crecer y nunca dejes de pensar en grande, ni pierdas las ganas de sobresalir para poderte expandir tanto en el ámbito personal como en el profesional.


Por Alan Burak
CEO Never Alone Capital

Informes: jdiaz@neveralonecapital.com
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