Fernando Cillóniz

No me cabe la menor duda. El agro de los próximos años será muy diferente al que hemos vivido durante la última década. El mercado de tierras se dinamizará. Muchos parceleros precarios venderán sus parcelas a empresas que pagarán precios cada vez más altos por ellas. Y no se trata de ningún abuso o imposición capitalista, ni cosa por el estilo.

La explicación es muy sencilla. Los parceleros precarios que están vendiendo sus parcelas, aparte del atractivo de los buenos precios, se han envejecido por el correr de los años y necesitan dinero para subsistir. Muchos inclusive han enviudado o enfermado, y resulta que los hijos no quieren trabajar en el campo.

Ellos – los jóvenes – prefieren trabajar en las ciudades donde les va muy bien como trabajadores asalariados en empresas industriales, de construcción, o en los cada vez más modernos y numerosos centros comerciales que se están construyendo a lo largo y ancho del país, donde – como dicen ellos mismos – “trabajamos con aire acondicionado”.

Por otro lado, muchos jóvenes están apostando por convertirse en emprendedores exitosos en los cada vez más pudientes mercados urbanos del país, como es el caso de los millones de peruanos que están asombrando al mundo con sus habilidades en los ámbitos de las manufacturas textiles, cuero y calzado, productos de madera, metal mecánica, etc. y los servicios como la gastronomía, transporte, educación, y comercio en general.

El agua también subirá de precio, y en hora buena que así suceda. Los altos costos del agua generarán una mayor consciencia por el buen uso del recurso hídrico. En inform@cción estimamos que cada año se tecnifican los sistemas de riego de cerca de 20,000 hectáreas, lo cual permite avizorar un cambio radical – y para mejor – de la eficiencia en el uso del agua en el país, sobretodo en la costa, y consecuentemente, un notable aumento de la producción y productividad del agro nacional.

Recopilando, el agro de los próximos años será más costoso y – por ende – más desafiante para los empresarios del sector. Y la única manera de contrarrestar el alza de los costos de la tierra, el agua y las remuneraciones, será aumentando la productividad. Solo así seguiremos siendo competitivos a nivel mundial.

Ahora bien, por el lado de los precios de venta de nuestros productos agrícolas – felizmente – el panorama se presenta favorable. Los alimentos, fibras y maderas están subiendo de precio, y todo parece indicar que seguirán subiendo, aunque algunos políticos chillen por ello. Los Estados Unidos y Europa producirán menos alimentos, pero no por ello bajarán el consumo, lo cual será aprovechado por los países del hemisferio sur, entre los cuales destacará el Perú, sobretodo en el rubro de frutas y hortalizas. La China producirá más, pero – afortunadamente – también consumirá más, y en vez de competidor, se convertirá en un mercado muy grande para nuestros productos del campo.

En fin, esta nota constituye tan solo un adelanto de lo que tratará AgroFórum 2011; el primer gran foro internacional del agro peruano que tendrá lugar el 23 y 24 de febrero de 2011 en la Universidad Nacional Agraria – La Molina, donde esperamos cerrar el evento con las intervenciones de los principales candidatos de las próximas elecciones presidenciales, para que expongan sus propuestas de política agraria.

Realmente, estamos muy entusiasmados y complacidos por la acogida que está teniendo AgroFórum 2011, donde los principales actores del agro nacional y mundial estarán presentes.