¿Cómo producir una vermicomposta con éxito?
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- 13/07/15 a las 01:10 PM (1353 Visitas)
El aumento de la población a nivel mundial ha provocado una mayor demanda de alimentos. Con la finalidad de satisfacer dicha demanda, el hombre ha implementado el uso de diversas tecnologías agrícolas como maquinaria pesada, sistemas de riego, construcción de invernaderos, aplicación de insecticidas, fungicidas, herbicidas y nematicidas para aumentar la sobrevivencia de los diferentes cultivos, así como la aplicación de fertilizantes para proporcionar a la planta los nutrientes necesarios en cada una de sus etapas fenológicas. Con estas tecnologías se ha logrado incrementar el rendimiento en la producción de un gran número de cultivos, sin embargo esto ha traído consigo una serie de problemas ecológicos, sociales y económicos a nivel mundial, tanto para los consumidores como para los productores agrícolas (González-Rosales et al., 2012).
Para proteger el medio ambiente y la salud humana, ha surgido una alternativa: la agricultura orgánica, la cual es un sistema de producción que trata de utilizar sólo recursos naturales, da énfasis a la fertilidad del suelo y a la actividad biológica, al mismo tiempo que minimiza el uso de recursos no renovables, de fertilizantes y plaguicidas sintéticos (FAO, 2014).
Dentro de las técnicas de agricultura orgánica se encuentra la lombricultura o vermicultura que es una técnica que consiste en la oxidación biológica y estabilización del material orgánico a través de la acción conjunta de especies de lombrices y microorganismos (UAEH, 2014). La especie utilizada en esta técnica es la lombriz roja californiana (Eisenia fetida), la cual es de color rojo oscuro, mide de 6 a 8 cm de largo y de 3 a 5 mm de diámetro, respira por medio de su piel, puede pesar hasta 1.4 g, no soporta la luz solar, tiene una longevidad de 16 años y consume diariamente el equivalente a su peso (González-Rosales et al., 2012).
La vermicomposta es el producto resultante de la transformación digestiva y metabólica de la materia orgánica, ésta incrementa 5 veces el contenido de nitrógeno, 7 veces el fósforo, 5 el de potasio y 2 el de calcio, del material que la lombriz ingiere originalmente (Rodríguez, 2003). Por lo anterior, su uso favorece la retención de agua en el suelo, aumenta la disponibilidad de nutrientes para las plantas (SAGARPA, 2014), ayuda a la absorción de nutrientes en las raíces por la gran cantidad de microorganismos que contiene, su pH neutro permite aplicar cualquier dosis sin riesgo de que la planta muera (CDI, 2014), su acción antibiótica aumenta la resistencia de las plantas a las plagas, enfermedades y organismos patógenos e incrementa la producción de frutas, hortalizas y otros productos agrícolas (Moreno, 2006). Esta alternativa permite en un momento dado evitar el uso indiscriminado de fertilizantes inorgánicos que finalmente provocan alteraciones perjudiciales no sólo al suelo sino al ambiente (González-Rosales et al., 2012).
En la elaboración de la vermicomposta se necesita un sustrato, dentro de un contenedor, con aproximadamente 30 cm de altura, en el que se deben controlar diferentes factores, uno de los más importantes es la temperatura. Al principio, cuando se elabora la precomposta (material del cual se alimentará la lombriz), se necesita tener una temperatura entre los 50 y 60 °C, nunca debe ser mayor a los 70 °C pues se corre el riesgo de que las bacterias mueran y no se logre tener una precomposta útil. Una vez que se ha hecho la precomposta, las lombrices se inoculan, en esta etapa se necesita mantener una temperatura entre los 17 y los 28 °C para aumentar la eficacia en la cantidad de alimento que la lombriz digiere, así como en su reproducción (González-Rosales et al.,2012).
Para poder llevar a cabo este control de temperatura, Hanna Instruments cuenta con el equipo HI935005N al que se le puede adaptar la sonda de temperatura HI766TR1 de acero inoxidable, cuya longitud es de 50 cm, lo que permite introducirla al sustrato y medir la temperatura desde el fondo del mismo y no solamente en la superficie; sin embargo, en caso de necesitar una sonda más larga, Hanna Instruments las tiene. Este equipo posee un rango de medición que va de los a los -50 a los 199.9 °C el cual abarca el rango requerido en el proceso de la vermicultura, cuenta con una resolución de 0.1 °C, tiene luz de fondo en la pantalla en caso de que las mediciones se hagan en lugares oscuros, posee escala en grados Celsius y en grados Fahrenheit, además de que la calibración se lleva a cabo en un punto. El monitoreo que se puede realizar con la ayuda de este equipo garantiza que se tengan las condiciones óptimas para el desarrollo de las lombrices y con ello que se elabore una vermicomposta de gran calidad.