Los investigadores descubrieron que –y quizás esto no sea una sorpresa- los apicultores cobran tarifas más bajas para los cultivos que producen miel ya que sus abejas producirán miel que puede ser comercializada. Los investigadores también descubrieron que cuando el precio de la miel sube, las tarifas de polinización también aumentan. Esto es porque los apicultores son más propensos a concentrarse en áreas geográficas y cultivos que conducen a la producción de miel – más que viajar a áreas que requieren polinización de cultivos – ya que pueden obtener más ganancias vendiendo la miel que producen.