Según el secretario general de la Denominación de Origen Protegida Miel de Granada, José Orantes, la apicultura trashumante es rentable, resaltando el gran esfuerzo que supone dedicarse a la producción de miel para obtener productos de calidad para el mercado.Orantes destaca la particularidad de la miel de Granada, que se caracteriza por un movimiento trashumante vertical diferenciándola de otros movimientos de colmenas. Las colmenas son movilizadas desde más de 3.000 metros de altura de las altas cumbres de Sierra Nevada hasta la costa, valle y vegas.Según la estación del año, los apicultores mueven más de 56.000 colmenas en altitud por la provincia en búsqueda de temperaturas más suaves y de distintas épocas de floración en función de la altitud. Así en la primavera, se localizan en la zona costera y en los valles, mientras que en verano migran hasta la media montaña, hacia temperaturas más fresca.Lógicamente este movimiento de las colmenas incide en las características organolépticas de la miel: la de primavera tiene un color y sabor más suave, como las mieles de azahar, cantueso, aguacate o romero; la de verano es más oscura con un sabor más fuerte que corresponde a mieles de carácter como la de castaño, tomillo o multiflora de la sierra.Con una producción aproximada de mil toneladas por campaña en la provincia, se certifica entre un 15 y 25% de la cosecha, dependiendo del año. En la temporada 2012-2013, se certificaron 194 toneladas.Además, en torno a un 80% se comercializa en circuitos cortos porque Granada es una ciudad con atractivo turístico y la miel que se consume es mayor que la que se produce, señala Orantes. El porcentaje restante se comercializa principalmente en otras autonomías y las partidas más pequeñas van a exportación, sobre todo a Alemania, China, Malasia y Japón.La denominación es la punta de lanza para abrir el mercado delicatessen a otros productos que se elaboran con miel, pero que no están acogidos como el polen, el propóleo, la mermelada con miel o la miel con frutos secos.En opinión de Orantes, la apicultura en la provincia de Granada, sobre todo desde la creación de la denominación hace más de diez años, cumple con una importante función al ser motor de desarrollo del medio rural, logrando que cada vez existan más familias que vivan sólo de sus explotaciones apícolas, con o sin industria de envasado.Además de su papel en el mantenimiento de la biodiversidad del medio natural, la labor fundamental de las abejas en la naturaleza es la polinización.


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