La piña o ananá (Ananas comusus) es una de las frutas más apreciadas en todo el mundo por sus propiedades nutricionales y medicinales (las puedes ver aquí). No es de extrañar que much@s hortelan@s quieran cultivar su propia piña ecológica u orgánica en su huerta o jardín. El cultivo de la piña no suele ser demasiado difícil si tenemos en cuenta algunas pautas básicas, por eso queremos darte algunos consejos para que plantar piña sea más fácil y evites los fallos más comunes.

La piña o ananá es una fruta tropical perteneciente a la familia Bromeliaceae, es originaria de América, en concreto de Brasil, y fue introducida en Europa por los españoles.

Es una planta perenne cuyas hojas van brotando de una base común y pueden llegar a medir hasta 1 metro de largo, son finas. La base va creciendo en un solo tallo y al final de éste empiezan a brotar las bayas que formarán la piña.



Pautas para cultivar piña

Plantación y propagación

La piña se planta y reproduce mediante plantas (método asexual) que podrás ir adquiriendo por los hijuelos que le salen a la planta madura o también por la corona que le sale al fruto. Para empezar puedes usar la corona de una piña (se tarda más en cosechar el fruto) o bien adquirir las plantas en viveros, mercados, productores locales, online, etc. En cuanto al marco de plantación, se debe dejar, al menos, unos 50 cm entre planta y planta. Un día antes de la plantación riega el terreno para que tenga cierto grado de humedad cuando plantes. Después aplicaremos el acolchado o cobertura para ayudar a retener el agua en la tierra y mantener esa humedad que requiere este cultivo. La piña la podemos plantar donde anteriormente hayamos tenido leguminosas u otras plantas fijadoras de nitrógeno.

Temperatura

Necesita unas temperaturas de entre 21 y 32 ºC y necesitan una humedad en el ambiente de no menos del 60% para poder desarrollarse correctamente.

Riegos

Necesita bastante aporte de agua mediante riegos regulares durante su cultivo. Como siempre, el riego por goteo es la mejor opción para mantener convenientemente hidratadas a las plantas sin malgastar agua.

Suelos

La piña es un cultivo exigente en cuanto a que necesita suelos ricos en materia orgánica y quizá necesite aporte extra de nitrógeno, potasio y fósforo. Si el suelo en el que cultivas tiene carencias de potasio lo podrás notar porque en las hojas aparecen unos puntitos amarillos, o si no hay suficiente nitrógeno podrás observar algunos signos en las plantas como hojas amarillentas, poco desarrollo de la planta y/o del fruto. Lo mejor es hacer un análisis de la tierra antes de cultivar y realizar todas las mejoras necesarias. Posteriormente, durante el cultivo, se puede ir aportando humus, té de compost, etc. cada dos meses. La piña necesita suelos ligeramente ácidos, con un pH entre 4.5 y 6. Los suelos deben estar bien aireados y drenados, lo suficiente para evitar encharcamientos y acumulaciones de agua que puedan provocar podredumbre en las raíces. Necesita suelos con una profundidad media, de unos 40 cm.

Plagas y enfermedades

La aparición de la cochinilla algodonosa o harinosa es muy común en el cultivo de la piña y también bastante perjudicial, pues enseguida se extiende y al alimentarse de la savia transmite un virus a la planta que la marchita . Puede terminar matando a la planta si no ponemos solución rápido. Otra enfermedad común es la que transmite el trips mediante un virus que provoca manchas amarillas. Los nematodos son otro peligro para las piñas, éstos podrían provocar daños graves en sus raíces. Puedes encontrar soluciones ecológicas para prevenir y combatir plagas y enfermedades aquí

Cosecha

Cuando empieces a apreciar que la base de la piña cambia de color verde al amarillo, es un indicativo de que ya ha alcanzado la madurez y puede ser cosechada. Las plantas comienzan a dar fruto, aproximadamente, entre años y medio y dos años después de su cultivo.

Fuente: Plantar piña (ananá) ecológica

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