El término de las cosechas no ha sido fácil debido a complicaciones climáticas. El intenso calor, las heladas tardías, la sequía a principios de verano y el viento Zonda (viento seco y caliente), son las principales complicaciones que han llevado a un rendimiento promedio de 20-22kg.Desde el INTA, los expertos indican que el promedio obtenido es bajo. Sin embargo, destacaron que no fue peor gracias a las lluvias de febrero, que hicieron que la zafra tuviera repunte. Pero, a la inestabilidad de la cosecha, se suma el aumento de los costos que perjudica considerablemente el futuro de la actividad. Así como también el problema sanitario, que es uno de los más complejos.Roberto Imberti, secretario de la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA), agregó que a esta situación hay que sumarle dos motivos que han llevado a muchos apicultores a retirarse del rubro: primero, los problemas estructurales que dejan en el camino a los productores por falta de rentabilidad y el segundo, es la falta de renovación del capital humano. Los apicultores son cada vez más viejos y falta un recambio generacional.Sin embargo, la escasa oferta en el mercado ha traído un aumento en los precios de la miel, los que se han posicionado desde hace algunos meses en USD 2,9/kg (24 pesos argentinos).Actualmente, el valor es un 80% más alto que en 2011, y desde el INTA informan que los precios rondan los USD 4,9/kg (40 pesos argentinos) en el mercado interno y, en los supermercados, estos valores aumentan significativamente.Si bien la miel en estos últimos dos años ha alcanzado valores muy superiores a los históricos, el aumento de los costos internos: combustibles, repuestos de vehículos, azúcar para la alimentación de colmenas y tambores, por citar los más importantes, hace que la actividad se encuentre trabajando en muchos casos al costo.Carlos Zarroca, presidente del Consejo Apícola Provincial, destacó que luego de la participación del Plenario de Economías Regionales, convocado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, observaron que el sector apícola tiene la misma problemática que el resto de los sectores primarios nacionales con la rentabilidad. La visión de los apicultores es similar.Oscar Salvagiotto, de Apícola El Sol, señaló que el sector se encuentra muy fragmentado, muy desorganizado en varios departamentos, por lo que no tiene representación de peso en las decisiones productivas de la provincia.Bajo todo el panorama planteado, aparece la incertidumbre sobre cómo continuará el sector, teniendo en cuenta datos positivos como el precio de la miel en alza y una gran demanda por parte de Estados Unidos, pero por otro lado, están los altos costos que ponen en jaque a la industria. Sin embargo, las perspectivas del sector son alentadoras por la mejora en el precio de la miel a granel, lo que ha permitido equiparar la inflación en los insumos de producción. El mercado está ávido de productos libres de agroquímicos y la apicultura puede ofrecérselos tanto en miel, como polen, jalea real y propóleos. Además, el mundo ha visto reducido el número de colmenas en más de un 30%.Finalmente, Carlos Zarroca sostuvo que, a través del Consejo Asesor Apícola, se ha tomado conciencia del asociativismo, conformando de este modo una Cámara de Apicultores: “Formamos parte de un Consorcio de Mieles (originalmente llamado Consorcio Exportador de Mieles) integrado por las provincias del Nuevo Cuyo y que está tratando de atender las necesidades del sector o buscando lograr que el mismo apicultor se convierta en exportador directo”.

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